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Que el Pueblo no se Equivoque, que al Pueblo no se le Enga Carlos Morales Perdomo Mar 20, 2017 / 10:40
En riesgo y en juego muchos años de lucha del panismo lantigüense, la confianza y credibilidad de sus acciones, de sus principios y valores, su institucionalidad y convicciones, a la hora de elegir o aceptar a la o el elegido que los representara en la contienda electoral del 4 de junio próximo, para renovar la administración municipal. Son tres los grupos panistas, y solo son tres los contendientes por la candidatura. En la lucha poder, las ambiciones, las pasiones, los caprichos, los amiguismos y las decisiones cupulares pueden ser factor de inclinación de la balanza. En segundo término quedara la voluntad de militantes y simpatizantes.
Patricia Montiel Escobar, sin ser panista, da más valor a su amistad con el gobernador para ser la candidata. Sin liderazgo, presencia y ascendencia en el PAN apuesta al oportunismo y a su poder económico. Su reciente curso sobre administración pública no le será suficiente para conducir un gobierno complejo, de intereses diversos, que requiere de atención y trabajo las 24 horas del día.
No es lo mismo administrar su negocio que los recursos y satisfacción de las necesidades del pueblo. Patricia Montiel está acostumbrada a mandar a sus empleados, pero en el ayuntamiento se debe dirigir, coordinar y conciliar. Está acostumbrada a viajar por Europa o los Estados Unidos, por placer, cuando le dan ganas o se le ocurre, pero el servicio público exige la permanencia en sus funciones. Integro una planilla que puede llevar a Carlos Blanco Morales a desgobernar nuevamente el municipio. Ello pueden ser razones para que a La Antigua no le convenga la elección de Montiel Escobar.
Agregando: Seguramente pensará gobernar desde Xalapa, que es donde tiene su domicilio; En sus ausencias, por la frecuencia de sus viajes al extranjero, seguramente pensara dejar a su pareja sentimental o al “periodista” que mantiene para que atiendan los asuntos del ayuntamiento; Patricia Montiel es panista de oportunidad o priista oportuna, su indefinición es de desconfiar porque, de ser electa, puede correr al lado contrario; No tiene la convicción ni los principios panistas porque nunca ha militado sudando la camiseta. Solo lo hace si la candidatura la favorece. Con esos rasgos y las pocas cualidades y virtudes, la dirigencia panista y el propio gobernador se pueden equivocar.
Por su parte, Hugo Castro Rosado ya sabe lo que son las mieles del poder y el presupuesto. Ya fue Regidor y pasó con más pena que gloria en el cargo, pues nunca demostró ni aporto nada, solo cobro un jugoso sueldo por tres largos años; Ya fue Director de la CMAPS, con la actual administración municipal, con un jugoso salario de Cuarenta Mil pesos mensuales, más gastos de representación. Y de donde salió expulsado por ineficiencia y malos manejos.
Pero lo peor de Castro Rosado no es su ineficiencia y sus adicciones. Lo que no le da la calidad para ser candidato o presidente municipal es su obstinación a querer seguir viviendo del presupuesto público y a tener dentro de su equipo a Mario Palmeros Alarcón, quien también ya se acostumbró a ser mantenido de los dineros públicos con los cargos que ha tenido de Regidor, Secretario del Ayuntamiento y actualmente Síndico. Y quiere prorrogar su poder manipulando las acciones y decisiones de Hugo Castro.
Otro que no favorece mucho al equipo de Hugo Castro es el actual regidor primero Joaquín Basilio Pérez, quien con todo cinismo y desfachatez solo acude al ayuntamiento a cobrar sus 52 mil pesos mensuales y a trabajar en un diario local, desatendiendo sus obligaciones, por las que el pueblo le está pagando. Y en el colmo de la desvergüenza y falta de probidad, ahora quiere imponer como regidora primera, en la planilla de Castro Rosado, a su actual pareja.
De ello se deduce que si, por pura casualidad, Hugo Castro fuese electo, quienes dominarían las decisiones en el Ayuntamiento serian Palmeros Alarcón y Joaquín Basilio.
Con estos dos aspirantes se avecina un futuro tenebroso para Acción Nacional y su militancia. Pero más tenebroso para los ciudadanos de La Antigua.
CD/GL
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